martes, 9 de julio de 2013


SÉ LO QUE QUIERAS SER… MENOS "BARBIE GIRL”

A lo largo de la historia, se han presentado movimientos que no sólo son bélicos o en busca de la libertad, sino que van por otra cosa que quieren instruir en un cierto tiempo y porque alguien lo dice, lo que conlleva a una serie de “emociones” o “sentimientos”, que nos hace ser parte de algo o sentirnos aceptados.

Para no “hacerla tanto de jamón, cuando es de queso”, ahí les va.

Me quiero referir a “LA MODA”, y es por eso que el día de hoy les traigo el catálogo “primavera-otoño” y el último grito de la moda en París y “Chincuncuá”.

Ya me voy a dejar de jaladas y prometo decir que hay en mi cabeza loca.

No andaba tan alejado de la realidad, porque -la moda- va ser una palabra clave para este argumento. Antes de ir más para allá, tenemos que definir ¿qué es la moda? A veces se crea una cortina o idea errónea de lo que es, porque pensamos sólo son las pasarelas con muchachonas anoréxicas con vestidos despampanantes, hay otros que creen que es lo que se usa en Francia o E.U., y la verdad es que no están tan perdidos, porque la moda es un conjunto de gustos o elecciones por un cierto conjunto de personas que marcan una “tendencia” por un cierto tiempo (a veces), ya que el grupo que lo emplea suele ser alguien de “categoría”.

Vamos a centrarnos en las últimas modas que se han marcado en estos años, y para no irnos tan lejos vámonos a algo reciente, o no tanto. Por allá del 2006 hubo una época que conmocionó principalmente al epicentro de México, los “emos”, ésta o las tribus urbanas que causaron gran revuelo al llamar demasiado la atención por una serie de jóvenes que tenían en común el fleco, el cual es largo, lacio y en capas, que no dejaba ver o más bien sólo dejaba ver una parte de la cara.

Con el tiempo fueron surgiendo más tribus urbanas o empezaron a llamar la atención, por lo que también empezó a subir el nivel de seguidores de estas, también se abrió polémica, porque algunos aseguraban que esto sólo era una moda pasajera, mientras otros decía que era una forma de vida.

Con el tiempo y el “pum” del reggaetón nos dimos cuenta de para quién si era una identidad y quien lo tomó como una moda pasajera alistándose a la siguiente

Los llamados “chakas” sería la conversión para algunos que decidieron tirar la navaja y montarse en una motoneta. Según yo tengo entendido, “por fuentes de la calle”, que “chaka” es principalmente a la persona que es devota de San Judas Tadeo, que tiempo después se fusionaría con el gusto del reggaetón.

Para lo anterior hay muchas explicaciones, pero yo me voy a centrar en una que es muy cotidiana y se llama ESNOBISMO. Para explicar qué “fregados” es esto, les voy a platicar una historia pequeña: por allá de esos años en Inglaterra o España, cuando se usaban esos vestidos “pomposos” y muy “cucos”, para referirse a las personas de baja categoría se le clasificaban “snob”, y esto lo tomaron, ya que cuando se hacían listas de los burgueses que no eran tan ricos, se les clasificaban con un “s. nob.” que significaba “sin nobleza”, y como este término se utilizó principalmente en Inglaterra se abrevió como “snob”. Actualmente la Real Academia de la Lengua Española, hizo un término que fue “adaptado” para nuestro vocabulario que es esnobismo.

Si ustedes buscan esnobismo o esnobista en el diccionario o internet, les aparecerá que es el término o nombre que se le da a una persona que sigue al pie de la letra o se rige estrictamente con lo que marca la sociedad, en pocas palabras, alguien que hace lo que la moda dice.

Continuación relataré una perspectiva de Jim Morrison hacía sus admiradores adolescentes, pues no los bajaba de esnobistas, ya que muchos de los jóvenes de esa época hacían lo siguiente: “se paraban del sillón a las tres de la tarde, se ponían un pantalón y chamarra de cuero, que por cierto apestaba a cerveza y “mota”, y se salían a la calle a fumarse y tomarse un “churro” y una cerveza, mientras escuchaban el último éxito de “The doors” en el radio.

Esto enfurecía a Morrison, dado que estos chicos no captaban el mensaje que realmente él quería transmitir, sino sólo imitaban lo que otros hacían, porque simplemente “era la onda”.

Lo anterior lo relato para dar a entender que esta cuestión no es reciente, y ya tiene historia.
Alguien que hace algo porque lo marca la sociedad o simplemente está al “último grito de la moda” y ve a los demás que no son como él  como algo repúgnate, no es fresa, es esnobista.

Otra cosa importante, las adicciones es un tema que está en la boca de muchos adolescente (literalmente), este también puede formar parte de un esnobismo como todo, pero desde un punto específico, pues es muy diferente fumar o tomar por curiosidad, antojo o simplemente experimentar; a hacerlo porque si no lo hago no me aceptan, para que me vean “más grande” o “farolear”, y veo menos o inferiores a los que no lo hacen.

Para finalizar cierro con lo siguiente, sé quien tú quieras, no lo que te marque la televisión, las redes sociales, o cualquier estereotipo, porque no es fácil ser alguien que no eres o no quieres, así que si vas a hacer algo o seguir algo, hazlo porque tienes una razón o un argumento racional, no por algo o alguien.


“PARLE”


viernes, 5 de julio de 2013

Imaginario Inconsciente del Individuo.

Un individuo llega de su trabajo, cansado, harto, molesto. Se sienta y enciende el televisor con la única idea de desconectar su mente del mundo exterior, dejar que algo piense por el y de esa manera olvidar el día que ha debido pasar. Trata de sintonizar un canal, pero la pobre señal se lo impide, ante esta situación el individuo en cuestión inicia el incesante cambio de canal, ya no en busca de algo que le interese, tan solo busca algo cuya señal sea suficiente para hilar un par de frases. Después de un rato lo consigue, las imágenes recibidas por el aparato consisten en una silueta femenina de color negro, sobre un fondo rojo, la silueta comienza a caminar, da a penas dos pasos a la derecha y vuelve al lugar donde se encontraba, esto seguido por una serie de movimientos, cambiando de pose en repetidas ocasiones, como quien se mira al espejo buscando el ángulo que lo haga lucir. El sonido emitido por el televisor se trata de algo que parece describir a una mujer de nombre "Valentine" la supuesta chica es descrita como "agresiva, innovadora y roja" esto ultimo es percibido por el individuo como algo carente de sentido y en un acto casi mecánico el individuo omite la ultima palabra. La descripción continua, a lo previamente dicho, se le agrega que Valentine viene de una familia con siglos de historia y en vías de la desaparición. De inmediato, el individuo se desconecta de forma inconsciente de las palabras que el televisor emite, manteniendo una mirada fija pero perdida, sin prestar atención a su exterior. Con la información captada acerca de Valentine, el sujeto empieza a tejer una historia en su mente. Para el, Valentine es una chica parisina de costumbres peculiares, cabello hasta los hombros, quebrado, y castaño, estatura aproximada de un metro, con setenta centímetros, delgada y rondando los treinta años de edad.
En este punto, es justo aclarar que la historia de Valentine ha sido imaginada por un arrebato de la mente del individuo, y no por su voluntad.
Valentine se crió en el seno de una familia reducida, a penas un par de primos, abuela, una tía, padre, y una madre muerta en el parto. Heredera de un apellido de prosapia, conocido y respetado por la aristocracia parisina. A Valentine parece no importarle conservar la historia y el apellido familiar, su postura hacia el matrimonio es de rechazo total y absoluto.
En un momento de conciencia el sujeto atiende nuevamente la emisión televisiva, justo a tiempo para descubrir que Valentine y su Valentine no podrían ser mas distintas, y es que Valentine no era mas que el nombre de una maquina de escribir de color rojo.
Sin mas, el sujeto cambia el canal, condenando a su Valentine al olvido.



El Amargo.