NO QUIERO,
PERO ME GUSTARÍA
Totalmente
inerme a algo que va más allá de tus abrazos, caricias y rechazos, algo más grande tú y que yo, algo que tú no
comprendes y yo tampoco, algo que solo existe, pero para mí.
Abrumado por
la fuerza en cuestión, en un estado de sopor inquietante guiado por la
frustración de ser el espectador de un deterioro, que bastaría con detenerlo
con mi palma, pero tu arramblado lo ha convertido en utopía.
Me
encantaría dejar de oírte al verte, y de verte al oírte, me encantaría no
observar tu fulgor a paso, me encantaría no tener que reprocharte, me
encantaría no tener repetírtelo, me encantaría no tener que beberte al
despertarme, me encantaría que no existieras, me encantaría que me
pertenecieras para hacer lo que no haces, me encantaría no sentirte, pero todo
sería una falacia. Un abismo podría ser regocijante y fructífero al solo
divagar esta aliviante y atroz “realidad”.
Desmesurado
y agobiante no ayudaría a pormenorizar la conquista de tu esencia sobre la mía.
Convirtiéndome en tu incondicional por convicción que por amague. Ofrecerme,
extender mi mano, y aunque me hayas tomado del tarso, mi falsa ilusión y
alucinante certidumbre mantendrá mi rigidez.
Tu
miseración al espejo me envuelve, pero sólo lo suficiente para no decírtelo.
Ahora yo juego en tu tablero, con tus cartas y tus reglas. Tu problema se
volvió mío con la inercia y mi pereza.
Tal vez el
ocaso del suplicio tenga distintos senderos, pero tu hegemonía me gasta y
amansa, al punto que tu corrompimiento desvanece tus sentidos, eligiendo la auto-consumación,
y colocándome en la mejor grada para apreciar la extinción de mi pesar y lo
poco de mi ser.
“PARLE”
No hay comentarios:
Publicar un comentario